Fue Filadelfia la película que nos hizo cambiar nuestra visión sobre lo homosexual. Ver a un respetado profesional aguantar callado los prejuicios de la sociedad, muestra la fortaleza y entereza de vivir el día a día en un entorno que no te acepta por lo que eres o lo que sientes. Vimos en la actuación de Tom Hanks a la persona que ama a su pareja, comparte con familia y amigos, vive y trata de realizarse profesionalmente, que es feliz; y, que a la vez sufre la discriminación no sólo por ser gay sino por ser portador del VIH Sida. Descubrimos que aquella comunidad homosexual se unía por una causa justa en medio de respeto y tolerancia. Fue una escena la que nos mostró también ese lado desordenado y libertino cuando un joven quiso propasarse con el abogado encarnado por Denzel Washington.
Cambió de cierta manera nuestra manera de ver al gay, la lesbiana, al trans y al bi. Empezamos a verlos como seres humanos y no como seres a quien molestar, de quien hablar o a quién excluir. La sociedad cambió y empezó a aceptar poco a poco a este colectivo a pesar de costumbres machistas o intolerantes de ciertos grupos sociales cada vez más exiguos.